República de Kenia

1.DATOS BÁSICOS

Superficie: Superficie: 582.646 km2.
Situación y límites: Kenia está situada en África oriental. Se extiende a ambos lados del Ecuador. Limita al norte con Sudán del Sur y Etiopía, al sur con Tanzania, al este con Somalia y el Océano Índico y al oeste con Uganda.
Población: 47.564.296 (Censo 2019).
Grupos étnicos: El mosaico étnico keniano está formado oficialmente por 44 etnias. Los principales grupos étnicos son los kikuyu, los luo, los luhya, los kamba y los kalenjin. En 2017 se reconoció a los kenianos de origen asiático, fundamentalmente de India, como la tribu número 44.

Capital: Nairobi, con una población de 4,4 millones de habitantes (PNUD, est. 2018). Otras ciudades: Mombasa, principal ciudad portuaria (1,2 millones de habitantes), Nakuru (363.000 habitantes), Eldoret (363.000 habitantes), Ruiru (355.000) y Kisumu (335.000 habitantes) (UNPD, est. 2018). El campo de Daadab, con unos 240.000 refugiados (la mayoría somalíes) es uno de los mayores asentamientos del mundo.
Idiomas: Las lenguas oficiales son el inglés y el swahili. Ambas conviven con cerca de un centenar de lenguas más, pertenecientes a los diferentes grupos étnicos y sub-étnicos.
Hora: +3hs (GTM), sin cambio de hora estacional.
Religiones: La religión mayoritaria es el cristianismo (con un 48% de protestantes
–anglicanos, metodistas y presbiterianos–, un 24% de católicos
-mayoritarios entre los cristianos- y un 12% de creyentes de otros credos cristianos), seguido de una importante minoría musulmana (11%), especialmente en la costa y en el noreste del país. Continúan vigentes y extendidas ciertas prácticas animistas africanas.
Sistema de gobierno: Según la Constitución de 2010, Kenia es una república presidencialista. El Jefe del Estado se elige por sufragio universal directo por un mandato de 5 años renovable por cinco años más. Existe un parlamento bicameral con una cámara de representación personal, la Asamblea Nacional, y otra de representación territorial, el Senado. La Constitución de 2010 es una de las más avanzadas de África e introduce numerosas medidas para asegurar la representación de las minorías y grupos infrarrepresentados, como mujeres, jóvenes o personas con discapacidad.

Divisiones administrativas: Tradicionalmente, Kenia ha sido un país muy centralizado, pero la Constitución de 2010 introdujo importantes medidas para promover la descentralización (devolution), con la creación de 47 condados, cuya administración es gestionada por un Gobernador y una Asamblea elegidos por sufragio universal directo.

Moneda: La moneda nacional es el chelín keniano. Aunque la moneda es bastante estable se ha ido depreciando progresivamente en los últimos años. Esta tendencia se ha acentuado debido a la pandemia. A comienzos de junio de 2020 el tipo de cambio era de 106,14 chelines por dólar y 120,09 chelines por euro.

Geografía

El país cuenta con una gran variedad geológica: la costa, de 536 km de longitud a lo largo del Océano Indico; una vasta extensión de 200.000 km2 de desierto árido o semiárido en el norte; las tierras altas centrales, que ocupan una meseta de terreno fértil y con densas áreas forestales; las montañas de los Aberdares y el Monte Kenia, que se eleva hasta 5.199 metros; el Valle del Rift, que atraviesa el país de norte a sur; una extensa zona de sabana y matorral, que se extiende entre la costa y las tierras altas y donde se encuentran los parques naturales de Tsavo y Amboseli; y, por último, la franja oriental donde se encuentra el Monte Elgon y, un poco más al sur, el Lago Victoria.

Estructura del PIB

 

PIB: 98.607 millones de dólares (FMI, est. 2019)

Crecimiento anual del PIB: 5,6% (FMI, est. 2019)

B per cápita: 1.865 dólares (FMI, est. 2018)

Inflación: 6,2% (FMI, 2018)

Índice GINI (distribución de la renta): 40,8 (Banco Mundial, 2015)

Índice de Desarrollo Humano (IDH): 0,579; Kenia ocupa la posición 147 sobre 188 países listados (PNUD, 2019)

Coyuntura económica

Syntesis

Económicas

El programa económico denominado Vision 2030 es la principal herramienta del Gobierno de Kenia a corto y medio plazo y tiene como objetivo fundamental situar al país dentro de las economías de renta media-alta a través de tasas de crecimiento anuales sostenidas del 10% y construir una sociedad cohesionada e inclusiva en un entorno limpio y seguro. El programa se estructura en planes quinquenales.

Los dos primeros planes consiguieron ubicar a Kenia entre los países de renta media-baja en 2014. El actual plan quinquenal, que cubre el periodo 2018-2022, se encuentra influido por la agenda de los Big Four, que pretende promover la seguridad alimentaria (aumentar los ingresos medios de los agricultores en un 34%, reducir en un 27% la malnutrición en niños por debajo de 5 años; reducir la inseguridad alimentaria en un 50%, aumentar en un 48% la contribución del sector agrícola al PIB y reducir en un 47% el coste de los alimentos como porcentaje de los ingresos en el hogar);, la vivienda asequible (construir al menos 500.000 nuevas viviendas, que llevará a la creación de 300.000 nuevos puestos de trabajo y elevará al 14% la contribución del sector al PIB); la industria (incrementar la contribución al PIB del sector manufacturero del 9% actual al 15% en 2022, creando más de 1.000.000 de puestos de trabajo); y la salud accesible para todos (cobertura sanitaria para el 100% de la población -actualmente se sitúa en el 36%- para 2022, mediante la reconfiguración del fondo público de seguros y la reforma de su funcionamiento, y alentando la inversión privada en el sector para conseguir seguros a coste asequible).

Tras una recuperación en 2018 (crecimiento del 6,3% anual), la tasa de crecimiento estimada en 2019, tras revisarse a la baja en dos ocasiones se situó en el 5.6%, inferior a la del período anterior, y siendo el sector servicios es el que más contribuyó al crecimiento (transportes, distribución, financiero, información y comunicaciones).

Las proyecciones del FMI para 2020 apuntaban inicialmente a un repunte del crecimiento de Kenia en 2020 hasta situarlo en el 6%, apoyándose en la consolidación del crecimiento del consumo privado, el repunte de la actividad industrial y el continuado crecimiento del sector servicios. Pero la plaga de la langosta del desierto, las inundaciones, y sobre todo la pandemia causada por la COVID-19, han dado un vuelco a las estimaciones. En estos momentos las proyecciones para 2020 son las siguientes: Gobierno de Kenia (+1,8; +2,5%); Banco Central (+2,3%); FMI (+1%); BM (+1,5; -1,5% en el peor escenario).

En cuanto a la inflación, en 2019 se situó en el 5,2%, dentro de la horquilla objetivo del gobierno (5% (+/- 2,5%). Las proyecciones iniciales para 2020 preveían una tendencia a la baja en este indicador, hasta situarlo en el 5,2%. Si bien la pandemia va a afectar igualmente a la inflación, no parece por el momento que lo haya hecho en exceso.